El último político romántico...

Hijas mías, la espera ha sido larga.Después de una mudanza y una temporadita de movimientos y vaivenes geográficos por fin tengo un poco de tranquilidad e internet en casa para volver a alimentar este paupérrimo blog que espero ir enriqueciendo dios mediante.


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Veamos, ha pasado de todo en este lapso de tiempo, pero una de esas noticias que me pareció interesante y me trajo gratos recuerdos fue la muerte el pasado mes de junio del inigualable Gabriel Díaz Berbel, alias Kiki, ex alcalde de Granada y unos de esos personajes que nos dan de comer a los que hacemos humor gráfico. Con esto de la mudanza, he vuelto a trastear entre mis cajas de originales, y he alucinado con la cantidad de páginas y chistes dedicados al inefable Kiki, una presencia habitual en El Batracio Amarillo, la mítica revista granaína de humor, y en La Corná, una especie de remedo de El Jueves versión andaluza que se sacaron de la manga los de Megamultimedia.
Me ha hecho gracia recordar aquellos años de mocerío con unos cuantos de los dibujitos que le hice, y la miniserie que le dediqué en La Corná.




Como siempre ocurre en España cuando muere alguien, todos sus defectos se olvidan y los que han criticado al difunto ahora lo alaban y convierten en bellísima persona. El gran Kiki, aparte de sus meteduras de pata y salidas de tono, era bien conocido en Granada por su vieja pertenencia a la derecha más rancia y por hazañas como haberse cargado el Espárrago Rock y haber intentado levantar un monolito a Bill Clinton en pleno mirador de San Nicolás. Historias de las que ya nadie se acuerda, cuando falleció en el Ideal le llamaron "el último político romántico". No hay que olvidar tampoco su bien merecida fama de vivalavida y juerguista.





Hace unos años tuve la oportunidad de hablar con el mismísimo Kiki en una verbena del Albaicín, como el nivel etílico de los dos era considerable, enseguida hicimos buenas migas, pero no olvido el gesto de desconfianza que me hizo cuando me presenté: "Hola Gabrié, que soy el Bute, el que te dibujaba enEl Batracio Amarillo..."


No todo fue un desatre en la gestión de Kiki, tenemos que agradecerle la visita de las mismísimas Spice Girls, todo un episodio berlanguiano cuando salió con ellas al balcón de ayuntamiento. Todavía hay gente que me recuerda esta portada.