Por supuesto el teatro no es el mejor sitio para tanto despliegue de ruido y machaque. David el batería es una puta bestia imparable.Arrollador. A veces sonaba todo muy embrollado y eché en falta muchas "diafonías" o sonidos pregrabados con las voces de Val de Omar y demás que aparecen por el disco.Pese a todo el público salimos sin aliento, el aplastante muro sónico de ritmos industriales y ultraterrestes, la maraña electrónica de loops y efectos variados se acoplaban sin piedad con el tremendismo rockero de la guitarra omnipresente del gran Victor Lapido. Para mí este tipo es el guitarra más ruidoso que he escuchado en la vida, suena como si hubiera tres guitarras en el escenario, capaz de pasar de la distorsión extrema al sonido cristalino en segundos. Antonio Arias estaba que se salía, cambiando bajo por guitarra y declamando/cantando/gritando las letras cósmicas y místicas de Val del Omar.
En fin , dejo de escribir más cucamonas que tampoco la crítica musical es lo mío.Recomendaros encarecidamente que vayáis a verlos si tocan cerca vuestro, Lagartija Nick, con la ayuda de los textos de Val del Omar, llevan la música y la lírica eléctrica a donde nadie más ha sido capaz en este país.
Ya de paso aprovecho para colocaros esta ilustración que hice para el libro homenaje a Lagartija Nick que salió el año pasado editado por Cretino Comics desde Madrín.El elemento animador es una hermosa frase de Val del Omar, "El que ama arde, y el que arde vuela a la velocidad de la luz", y he intentado mostrar la amalgama de energía cósmica que a mí me sugieren los textos del genial inventor graníno. He mezclado todo, lo orgánico con lo mecánico, el fuego, lo animal y vegetal...un poco al estilo de las ilustraciones lisérgicas de los sesenta,lástima que no pudiera hacerla en color. El original de este dibujo lo enmarqué para mi querida supernovia Sylvia y ahora lo tenemos puesto en el cabecero de la cama.
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